Día Internacional de la Mujer


Nos hicieron creer que no podíamos estar juntas, que es difícil trabajar con mujeres, que siempre está “la hormona” de por medio, que somos inestables que nos sobra emocionalidad...

Nos hicieron pensar que elegir lo práctico, lo líneal, nos haría destacar en un mundo destinado a competir.

Nos quitaron la falda larga y nos mudamos el traje para parecer confiables y con ello poder alinearnos a la líneas de la productividad.

Nos embriagamos de progreso, se encogieron nuestro sentidos, la razón sustituyó a la intuición y así nos fuimos alejando cada vez más de nuestra naturaleza…

Nos olvidamos de la luna y de cómo ella rige nuestras mareas, perdimos el mapa de los ciclos de la tierra y dejamos de tejer las redes que nos mantenían como una misma.



Hoy me pregunto si realmente valió la pena, si todo eso que creímos, nos hace realmente más felices, si este mundo realmente es más equitativo o si sólo elegimos encajar en un molde para ganarnos un lugar en este planeta. Para ser escuchadas, para ser tratadas con respeto, aunque ahora tengamos que trabajar doble turno en las fábricas y en el hogar.

No se trata de volver a las cuevas ni de volver a recolectar frutos, se trata de recobrar la sabiduría interna, esa brújula que nos hace distintas, se trata de recobrar nuestro poder de unidad. Volver a la colectividad que nos hace trabajar por un bien común, volver a ese telar donde juntas bordamos nuestros caminos, donde nos miramos con empatía, donde todas somos valiosas y caminamos en equilibrio al incluir a lo sagrado masculino.

Hoy te digo que no necesitas luchar, que no se trata de emprender una revolución, se trata de promover la EVOLUCIÓN, ser ese agente de cambio que desde su propia transformación pueda ser inspiración de los que están alrededor y no sólo de las mujeres, esto no tiene que ver con el género, tomar total compromiso de ser cada día mejor persona, de ser más autentica, de cerrar la brecha, primero respetándote y amándote tú.  Reconociendo y experimentando todas tus potencialidades y compartiendo en completa sororidad, pues no sabes cuando una palabra tuya, puede ser el mensaje que otros oídos necesitan escuchar.

Es momento de afianzar nuestras raíces a la tierra, de volver a congregar a los clanes, ahora en tribus urbanas con recursos tecnológicos que nos permiten estar conectadas, con información a la mano que nos permita llegar a todas aquellas que aún no han despertado, a aquellas que están esperando el llamado, sin importar que este sea por twitter o FB, usar el poder de las redes para unificar es una posibilidad que no tenían las mujeres de otro tiempo; este es el momento de las mujeres sabias con laptop y redes sociales, es el momento de la comunicación masiva, hagamos que el mensaje resuene exponencialmente, no hay límites, es momento de que la sabiduría femenina despierte y vuelva a envolver al mundo con su luz.

Lili Moon.
Fundadora de Mujeres de la tierra.

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